El Quetzal y El Faisán
Había una vez un Quetzal
Que vivía selva dentro
Dentro pero que bien dentro
Más allá del matorral.
El Quetzal siempre paseaba
Muy contento por la selva,
Eso hacía muchas veces,
Conocía varios peces
Por tantos ríos visitar
Vuela, vuela por volar,
Otras veces no paraba
Hasta un lago encontrar.
El Quetzal revoloteaba
Sobre el agua que encontraba
Para así bajar bajando
Recuerda que venía volando.
Un faisán que lo veía
Muy contento se ponía,
Era amigo del quetzal
Que hace rato no veía
Estos buenos amiguitos
Charcoteaban sobre el agua
Brinca que te brinca,
Juega que te juega.
Así pasaron ya la tarde
Y cansados descansaron
Sobre el pasto bien mojado.
Descansaron un buen rato
Sus pancitas gorguitaron
“Tantos juegos sí que agotan,
Tengo hambre ya es hora”,
Dijo el Faisán al Quetzal,
Que pensaba en un tamal
“Tengo tartas en mi casa,
Solo faltan unos platos
Y los podremos devorar…”
El Quetzal le respondía
Imaginándose el sabor:
“Tengo un rico chocolate
Y nos quedará mejor”
Vieron estos amiguitos
Que era un rico merendar…
Y tras esta comilona
Ya querían descansar
“Que descanses amiguito”
Dijo el Faisán al Quetzal
“Que descanses también mucho”
Dijo el Quetzal al Faisán.
Y volando se alejaron
Cada cual para su hogar,
Volverán a verse al otro día
Muy dispuestos a jugar.
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